miércoles, 23 de marzo de 2011

"Mi destino..." Parte 3

...¿por qué me buscaban esas personas y porqué ese hombre me pareció tan familiar si estoy casi segura que jamás lo he visto? No lo entiendo.
Me estaba sintiendo muy agotaba y aturdida, lo mejor era olvidar lo sucedido, así que me dirigí hacia la habitación a prepararme para dormir, sin darme cuenta el tiempo había transcurrido muy de prisa y ya era algo tarde. Mi casa es de una planta y cuenta con 2 habitaciones. Una la uso para dormir y la otra la he convertido en una especie de estudio donde guardo un bello piano de madera que mis padres me obsequiaron, algunos libros y otras cosas personales. Aparte tengo una sala pequeña en la cual a mi mascota felina Dobey le encanta estar, incluso creo que usa los sillones más que yo. La mayor parte de la decoración tiene toques rústicos, siempre he sentido una enorme fascinación por esta clase de muebles que lucen viejos, hacen que la casa se sienta más confortable, ahora que lo pienso quizá esto me había llevado a tener esa especie visión sobre estar en un lugar antiguo. Apague todas las luces del interior, pero deje encendida la lámpara que se encuentra sobre el buró junto a mi cama para leer un poco antes de dormir y distraerme del extraño evento ocurrido.

Desperté casi a las 8:30 a.m. del día siguiente y me sentía mucho mejor, a partir de este momento todo había sido como algún mal sueño y nada más. Era sábado, afortunadamente no tenía que ir a la escuela, podría dormir hasta tarde,  pero decidí levantarme a alimentar a Dobey, ya que cuando tenía hambre solía arañar la puerta de la habitación y maullar hasta hacerme levantar a darle de comer, además quería ir al centro comercial a comprar algunas cosas que ocuparía para un recital de la clase de música donde yo tocaba el piano, sería en lunes por la tarde. Me fascinaban estos eventos porque tocar para la orquesta escolar era solo el principio de mi gran sueño y al mismo tiempo una experiencia excitante, siempre existía la tensión de equivocarte, pero al mismo tiempo una vez que te encuentras en el escenario te pierdes en la música, es como si las personas y todo lo que hay alrededor desapareciera y solo existieran esas bellas notas flotando vertiginosamente en el aire tocando cada fibra interna de mi ser intensamente, Juliett, la gran pianista, esa sería yo, algún día por supuesto con mucha práctica primero.
Así que me levanté y me dirigí hacia la cocina para dar de comer a Dobey quien ya me esperaba en la puerta de la habitación y me siguió por el camino mientras se entremetía por mis pies haciéndome trastabillar de vez en cuando. Después de alimentarlo me dirigí a tomar un baño rápido, me cambié con ropa muy cómoda para andar sin complicaciones por el centro comercial, unos jeans negros, una blusa azul de manga larga porque hacía algo de frío, y unos tennis blancos, solo recogí con una liga mi cabello haciéndome una cola de caballo. Comenzaba a sentir hambre, así que me apresure a salir, tomé mi bolso y las llaves del auto para comprar algo delicioso para desayunar.
Al llegar al centro comercial me bajé del auto y me dirigí hacia el interior; en la mayoría de estos lugares siempre hay un área de alimentos pensé en encaminarme hacia ella; había salido tan rápido de casa que me había olvidado completamente de llamar a mi amiga Claire para que me acompañara, busque rápidamente en mi bolso el celular para llamarla y pedirle que se reuniera conmigo y me acompañara en las compras,  ella tocaba el violín en la orquesta, era bastante buena, lo había comenzado a practicar desde los 10 años de edad, y ahora a nuestros 23 años estábamos a punto de graduarnos y ganarnos un lugarcito en la orquesta nacional.
Teléfono sonando…
-Sí, hola ¿Quién habla? – Contestaba todavía algo adormilada Claire.
-Hola, buenos días Claire, soy Juliett. Ya levántate y ven conmigo al centro comercial Ángeles para desayunar ¿quieres?
-Es muy temprano todavía, pero… está bien, espérame, solo porque me gusta ir al centro comercial, jajajaja… allá nos vemos en unos minutos.
-Jajajaja… Ok Claire, te esperaré en el área de comida ¿está bien?
-Sí, esta bien.

Termine la llamada y caminé hacia el área de comida y me paré por un lado de las mesas que están alrededor de los locales a esperar que Claire llegara, estaba famélica, pero debía aguantar hasta ella se hiciera presente, por mientras podía aprovechar a mirar un poco el menú ya que tenía algo de tiempo, lo bueno de estos lugares es que tienen una gran diversidad de alimentos alrededor y creo que algo fresco para desayunar me caería perfecto, así que me dirigí hacia un establecimiento donde venden todo tipo de ensaladas y jugos naturales de frutas, quizás Claire optará por comer lo mismo, voltee a mi alrededor y solo había unas pocas mesas ocupadas, algunas parejas y otras personas que desayunaban solas, aunque aún era temprano, los pisos lucían algo húmedos, como acabados de asear, podía ver a el personal de limpieza que hacía arduamente sus labores antes de que el tránsito comenzará, así como a los empleados de los comercios apresurándose con sus labores gastronómicas.
Comencé a sentir crecer el gran hueco en el estómago y me di cuenta de que ya habían   pasado varios minutos y Claire aun no se presentaba, caminé un poco para distraerme cuando de pronto la miré que venía caminando por uno de los pasillos laterales, sentí alivio al verla, la espera había terminado, pero de pronto Claire se detuvo en uno de los locales a mirar un aparador, ella aun no me había visto, decidí hacerle una señal agitando rápidamente la mano para saludarla, pero al hacerlo no me percaté de que alguien se encontraba junto a mí, desgraciadamente lo percibí al momento en que sentí derramar una roja y fría bebida sobre mi brazo al mismo tiempo que escuchaba un grito masculino.

-¡Aaaahhh!!!! ¡Cuidado!!!!
-¡Lo siento mucho! ¡Discúlpame! ¡Fue un accidente!- Comencé a pedir disculpas mientras experimentaba un choque de temperaturas, por un lado sentía el brazo helado y por otro la cara caliente de la pena que comenzaba a embargarme, el vaso había caído al piso y me incline por inercia a recogerlo, aunque ya estuviera vacío, al hacerlo sin darme cuenta toque accidentalmente la mano de mi pobre víctima a la que hasta el momento no había prestado atención, también se había inclinado junto a mí, nos miramos sin querer a los ojos y sentí como si el tiempo se hubiera detenido en ese preciso instante, una extraña sensación me invadió por completo mientras observaba esos bellos ojos color café que también se habían detenido a mirarme, guarde silencio y lo único que hice fue sonreírle al mismo tiempo que él reaccionaba de la misma forma. Nos levantamos al unísono y él ya había agarrado el vaso.
-Disculpa, fue un accidente, no fue intencional – le decía una vez mas mientras me sacudía torpemente los restos de agua del brazo.
-Está bien, lo sé, no te preocupes. A pesar de todo, tengo suerte, doy gracias a Dios de no haber comprado un café caliente, jajajaja- comenzó a reír mientras yo no sabía ni donde meterme.
-Jajaja… no te burles, de verdad estoy muy apenada, déjame comprarte otra bebida por favor, claro si estás de acuerdo.- decía mientras avergonzada miraba la playera blanca que él traía puesta totalmente dañada con agua de Jamaica, jamás quitaría esa horrible mancha.
-En serio, tranquila, todo está bien, nada que no se pueda arreglar.
-Muchas gracias, es que la verdad no me di cuenta de que estabas caminando junto a mí y yo solo quería hacerle una seña a mi amiga Claire que quedó de verme aquí- estaba tan apenada que había olvidado a Claire, de pronto la vi venir caminando tranquilamente sin percatarse del embrollo en el que me había metido.
-¡Hola Juliett! ¿Qué pasa?- se acercó a mi Claire preocupada al ver el desastre del piso.
-Claire, que bueno que llegaste, es que acabo de derramarle la bebida a este muchacho- le explicaba todo a ella mientras el muchacho nos observaba e intentaba no reírse, se le notaba que fingía seriedad, pero yo me preguntaba porque no estaba molesto.
-Pues cómprale otra bebida, es lo menos que puedes hacer- me recomendaba mi amiga mientras yo evitaba verlo.
-No de verdad, todo está bien chicas, solo es agua, además ya casi terminaba de beberla, no se preocupen, además creo que debó irme…o las moscas me usarán como su nuevo hogar, jajajaja.
-No espera- le interrumpí de pronto mientras evitaba reírme, lo cual era casi imposible – por lo menos déjame presentarme, mi nombre es Juliett y ella es mi amiga Claire, y tú ¿cómo te llamas?
-Mucho gusto, mi nombre es Amadeo, el chico jamaica- una vez más no pudo contener la risa y extendió su mano para hacer la presentación más formal.
-Mucho gusto –le extendió la mano Claire.
-Mucho gusto – le salude también – pero hubiera deseado no haberte causado este incidente, lo siento mucho de verdad Amadeo- extendí la mano para tocarlo mientras hablaba, deseaba que tocará mi mano una vez más, quería saber si lo que había sentido unos momentos antes había sido real, o solo mi imaginación por lo ocurrido.
Amadeo tomó mi mano y al tocarla, esa extraña sensación se apoderó de mí una vez más, mientras nuestros ojos se entrelazaban en una mirada deseada sin saberlo por mucho tiempo, sin darnos cuenta nos quedamos con las manos unidas y nos perdimos por un momento hasta que Claire nos interrumpió.
-Juliette, vámonos… hey Juliette – me decía mientras me codeaba el brazo.
-Ah sí, perdón, Claire- comencé a tartamudear y él sonreía nervioso – bueno Amadeo, te dejamos marchar, nosotras vamos a desayunar apenas y no queremos quitarte más el tiempo.
-No hay problema muchachas, yo ya me iba, tal vez las vea luego. Adiós.
-Ah sí, adiós Amadeo y una vez más mil disculpas- le decía mientras él se giraba lentamente como en cámara lenta, media como un metro ochenta, moreno claro, de cabello oscuro, pero lo que más me había impresionado eran sus cálidos ojos, lo observé hasta que se desapareció entre los locales y Claire me miraba algo maliciosa.
-¿Te gustó Amadeo, verdad pícara? – me preguntaba mientras me hacía cosquillas en el estómago.
-No, como crees, es solo que me pasó algo raro con él, pero mejor olvídalo, que todo este embrollo pasó por tu culpa, jejejeje…
-Jajajaja… si tú lo dices… a mí me pareció un chico agradable y chistoso, le hubieras pedido su número de teléfono como toda una chica moderna, jajajaja, ,
-Jajajaja, tienes razón, es muy agradable, pero mejor cállate y deja de decir esas tonterías.
-Está bien, ya no hablaré de Amadeo, pero cambiando de tema, dime ¿qué vamos a desayunar?
Mientras decidíamos no podía realmente concentrarme, algo dentro de mí había cambiado, como si algo dormido hubiese despertado de la nada y de pronto mi vida tuviera otro sentido, quizás jamás lo sabría, algo a mi alrededor estaba pasando, primero la experiencia extraña de ayer y ahora este muchacho, todo era muy extraño.
-Vamos Juliette, compremos unas ensaladitas para guardar la línea. ¿qué te parece?
-Muy bien, vamos… se ven deliciosas.

Nos dirigimos hacia el local mientras una persona de limpieza nos miraba algo molesta mientras aseaba el piso mojado, hicimos como que no la mirábamos y entramos a pedir nuestras ensaladas, Claire estaba ordenando su ensalada cuando de pronto alguien tocó mi hombro y me dijo… (continuará)

1 comentario:

  1. :-( Ups!! Srita Juliett!!, Un Cafe caliente habría mantenido A su misterioso Accidentado mas cerca! pero estoy seguro que lo volverá a encontrar, Aunque no me ha presentado a su amiga me resulta agradable.
    Creo que debió de recoger a su amiga para no pagar doble estacionamiento!, pero en fin!, seguiré aquí a espera de verle decir ! hola Amadeo!, y continuar con su fascinante historia,
    Felicidades Amiga!! excelente y delicioso al fin, leerte!
    Espero no esperar mas de lo que espere que esperaras!! Saludos! :-)

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