domingo, 12 de junio de 2011

"Mi destino..." Parte 4

...

-Señorita, discúlpeme, ¿me podría dar la hora por favor? -Era una anciana ataviada con un vestido café que más bien parecía una especie de bata, una curiosa pañoleta de color blanco en la cabeza, parecía como de seda por la sutil textura, y un viejo bolso café de piel sin mucho brillo que pendía de su brazo, se miraba bastante tierna y sin darme cuenta se había parado junto a mí.
-Ah claro que sí, pero déjeme buscar mi celular porque, sabe, jejeje, no uso reloj, es que me estresan, jejejeje – busqué rápidamente en mi bolsa mientras reía levemente para hacer tiempo mientras encontraba mi bendito celular entre todo ese mundo de objetos que nadaban de aquí para allá en mi útil bolso de mano, luego recordé que lo había puesto en el compartimento de afuera de la bolsa para encontrarlo más pronto y tenerlo a la mano, toda una ironía, ahora lo sé, la señora solo podía seguir envejeciendo mientras esperaba. - ¡ya! Por fin lo encontré.


-No se preocupe- me decía la mujer mientras Claire me miraba con algo de burla, y me provocaba reírme también, pero que era este día, acaso era el día de las vergüenzas ¿o qué? y trate de controlar el impulso.
-Son las 10:35 señora, jejeje, disculpe la tardanza es que siempre olvido donde lo pongo, jejejeje.

-Muchas gracias señorita, no se preocupe, la apenada soy yo por molestarla. – mientras me contestaba me percate de que miraba alrededor como buscando a alguien.

-¿Todo bien, señora? ¿Espera a alguien?- me invadió la curiosidad y me preocupe al mismo tiempo de que estuviese perdida o algo así.
-Gracias señorita, si, todo bien, es que vine con mi nieto y se me perdió de pronto, me dijo que iba a comprar algo mientras yo lo esperaba sentada en la mesa de allá- señalaba la anciana con la mano hacia una de las mesas de enfrente - mientras guardaba unas cosas en mi bolsa y cuando voltee ya no lo vi y no sé hacia donde se fue- continuó con su explicación.

-Ah, entonces no tarda en volver, jejejeje.-le dije al instante.
-¿Qué pasa? ¿Todo bien? –Claire me preguntó discretamente.

-Sí, parece que sí, es que está esperando a su nieto, es todo.

-¡Ah! Muy bien, pensé que había pasado algo malo. Oye Juliette tenemos que esperar un poco, nuestra orden la despacharan en un momento más, vamos a sentarnos en alguna mesa por mientras, ¿quieres?

-Muy bien, pero me da pena con la señora, me gustaría quedarme a acompañarla hasta que llegue su nieto, si quieres, puedes ir apartando la mesa o ¿quieres esperar nosotras?
-Esperaré con ustedes, no hay problema, o también nos podemos ir a sentar juntas en la mesa que está aquí enfrente – y señalo una mesa justo frente al local con la mano.

-Me parece excelente Claire. – le agradecí la sugerencia y me acerque a la señora para pedirle que nos acompañara mientras su nieto aparecía, a lo cual accedió algo apenada.

-Gracias muchachas por acompañarme, mi nombre es Candice, les agradezco su amabilidad, aunque no es necesario que se preocupen, estoy segura que no tarda este muchacho, es solo que debemos ir a hacer algunos otros mandados y ya se está haciendo tarde.
-No es ningún problema Señora Candice. Mucho gusto, ella es mi amiga Claire y yo soy Juliette, venimos a desayunar algo, después haremos unas compras de cosas que necesitamos para la escuela.

-Mucho gusto muchachas, muy bien, es sábado y es bueno distraerse, y ¿a qué escuela asisten?

-Bueno, estudiamos en el Instituto Liverpool de música- le respondí amablemente, ella era muy agradable.
-Si, así es, yo toco el violín y Juliette toca el piano –comentó de pronto Claire.


-Oh, sí, he escuchado sobre esa escuela, han salido buenos músicos de allí, a mí me gusta mucho la música clásica, es muy bonita.
-A nosotras también, siempre nos ha gustado desde niñas, por eso nos llama la atención dedicarnos a la música, ah! y por cierto aprovecho la oportunidad para decirle que habrá un recital este lunes por la tarde, por si desea ir, es para el público en general, y también puede invitar a su nieto si gusta- me pareció buena idea invitarla.

-Gracias muchachas, lo tomaré en cuenta y por supuesto que le diré a mi nieto, estoy segura de que le gustará acompañarme.

-Y a todo esto, ¿cómo es su nieto señora Candice? –preguntó Claire con curiosidad.

-Ah, pues es alto, morenito y trae un playera blanca….
Al escucharla decir esto de pronto una extraña sensación me recorrió el cuerpo y me dije a mí misma –No puede ser este mundo así de pequeño, acaso su nieto podría ser…

-Hola abuela, disculpa que me haya ido y me haya tardado tanto pero tuve que ir al baño porque… -se escucho de pronto una voz detrás de nosotras.

Voltee al instante al reconocerla y lo primero que vi fueron sus bellos ojos, era él, Amadeo, el chico al que acaba de derramarle la bebida, se quedó viendo algo extrañado la escena frente a él, y antes de poder continuar con su explicación Candice lo interrumpió.

-Miren muchachas, él es mi nieto, Amadeo, ¿dónde andabas muchacho? Justo estaba hablando de ti con estas amables señoritas que acabo de conocer y me hicieron el favor de acompañarme mientras volvías.
El corazón me dio un vuelco al verlo parado allí, no esperaba otro encuentro como este de nuevo y mucho menos tan pronto – Tranquilo corazón, no te me vayas a salir del pecho- me decía una vez más a mí misma, esperando no verme muy pálida frente a ellos.

-Ah, pues es que… -titubeó por un momento mientras miraba mi expresión nerviosa- tuve una especie de accidente con el agua de jamaica que compre y tuve que ir al baño a limpiarme un poco…- explicaba Amadeo algo nervioso.
Claire no pudo contener la risa y yo me contagie al instante sin ninguna razón, o bueno tal vez solo los nervios, ambas comenzamos a reír, Candice solo nos observaba algo intrigada hasta que Claire no se aguantó más y comenzó a relatarle lo que yo le había hecho a su nieto unos minutos antes. Yo no podía creer esto, ¿acaso esto era alguna especie de broma del destino? ¿o qué?.

Pero después... (continuará...)

miércoles, 23 de marzo de 2011

"Mi destino..." Parte 3

...¿por qué me buscaban esas personas y porqué ese hombre me pareció tan familiar si estoy casi segura que jamás lo he visto? No lo entiendo.
Me estaba sintiendo muy agotaba y aturdida, lo mejor era olvidar lo sucedido, así que me dirigí hacia la habitación a prepararme para dormir, sin darme cuenta el tiempo había transcurrido muy de prisa y ya era algo tarde. Mi casa es de una planta y cuenta con 2 habitaciones. Una la uso para dormir y la otra la he convertido en una especie de estudio donde guardo un bello piano de madera que mis padres me obsequiaron, algunos libros y otras cosas personales. Aparte tengo una sala pequeña en la cual a mi mascota felina Dobey le encanta estar, incluso creo que usa los sillones más que yo. La mayor parte de la decoración tiene toques rústicos, siempre he sentido una enorme fascinación por esta clase de muebles que lucen viejos, hacen que la casa se sienta más confortable, ahora que lo pienso quizá esto me había llevado a tener esa especie visión sobre estar en un lugar antiguo. Apague todas las luces del interior, pero deje encendida la lámpara que se encuentra sobre el buró junto a mi cama para leer un poco antes de dormir y distraerme del extraño evento ocurrido.

Desperté casi a las 8:30 a.m. del día siguiente y me sentía mucho mejor, a partir de este momento todo había sido como algún mal sueño y nada más. Era sábado, afortunadamente no tenía que ir a la escuela, podría dormir hasta tarde,  pero decidí levantarme a alimentar a Dobey, ya que cuando tenía hambre solía arañar la puerta de la habitación y maullar hasta hacerme levantar a darle de comer, además quería ir al centro comercial a comprar algunas cosas que ocuparía para un recital de la clase de música donde yo tocaba el piano, sería en lunes por la tarde. Me fascinaban estos eventos porque tocar para la orquesta escolar era solo el principio de mi gran sueño y al mismo tiempo una experiencia excitante, siempre existía la tensión de equivocarte, pero al mismo tiempo una vez que te encuentras en el escenario te pierdes en la música, es como si las personas y todo lo que hay alrededor desapareciera y solo existieran esas bellas notas flotando vertiginosamente en el aire tocando cada fibra interna de mi ser intensamente, Juliett, la gran pianista, esa sería yo, algún día por supuesto con mucha práctica primero.
Así que me levanté y me dirigí hacia la cocina para dar de comer a Dobey quien ya me esperaba en la puerta de la habitación y me siguió por el camino mientras se entremetía por mis pies haciéndome trastabillar de vez en cuando. Después de alimentarlo me dirigí a tomar un baño rápido, me cambié con ropa muy cómoda para andar sin complicaciones por el centro comercial, unos jeans negros, una blusa azul de manga larga porque hacía algo de frío, y unos tennis blancos, solo recogí con una liga mi cabello haciéndome una cola de caballo. Comenzaba a sentir hambre, así que me apresure a salir, tomé mi bolso y las llaves del auto para comprar algo delicioso para desayunar.
Al llegar al centro comercial me bajé del auto y me dirigí hacia el interior; en la mayoría de estos lugares siempre hay un área de alimentos pensé en encaminarme hacia ella; había salido tan rápido de casa que me había olvidado completamente de llamar a mi amiga Claire para que me acompañara, busque rápidamente en mi bolso el celular para llamarla y pedirle que se reuniera conmigo y me acompañara en las compras,  ella tocaba el violín en la orquesta, era bastante buena, lo había comenzado a practicar desde los 10 años de edad, y ahora a nuestros 23 años estábamos a punto de graduarnos y ganarnos un lugarcito en la orquesta nacional.
Teléfono sonando…
-Sí, hola ¿Quién habla? – Contestaba todavía algo adormilada Claire.
-Hola, buenos días Claire, soy Juliett. Ya levántate y ven conmigo al centro comercial Ángeles para desayunar ¿quieres?
-Es muy temprano todavía, pero… está bien, espérame, solo porque me gusta ir al centro comercial, jajajaja… allá nos vemos en unos minutos.
-Jajajaja… Ok Claire, te esperaré en el área de comida ¿está bien?
-Sí, esta bien.

Termine la llamada y caminé hacia el área de comida y me paré por un lado de las mesas que están alrededor de los locales a esperar que Claire llegara, estaba famélica, pero debía aguantar hasta ella se hiciera presente, por mientras podía aprovechar a mirar un poco el menú ya que tenía algo de tiempo, lo bueno de estos lugares es que tienen una gran diversidad de alimentos alrededor y creo que algo fresco para desayunar me caería perfecto, así que me dirigí hacia un establecimiento donde venden todo tipo de ensaladas y jugos naturales de frutas, quizás Claire optará por comer lo mismo, voltee a mi alrededor y solo había unas pocas mesas ocupadas, algunas parejas y otras personas que desayunaban solas, aunque aún era temprano, los pisos lucían algo húmedos, como acabados de asear, podía ver a el personal de limpieza que hacía arduamente sus labores antes de que el tránsito comenzará, así como a los empleados de los comercios apresurándose con sus labores gastronómicas.
Comencé a sentir crecer el gran hueco en el estómago y me di cuenta de que ya habían   pasado varios minutos y Claire aun no se presentaba, caminé un poco para distraerme cuando de pronto la miré que venía caminando por uno de los pasillos laterales, sentí alivio al verla, la espera había terminado, pero de pronto Claire se detuvo en uno de los locales a mirar un aparador, ella aun no me había visto, decidí hacerle una señal agitando rápidamente la mano para saludarla, pero al hacerlo no me percaté de que alguien se encontraba junto a mí, desgraciadamente lo percibí al momento en que sentí derramar una roja y fría bebida sobre mi brazo al mismo tiempo que escuchaba un grito masculino.

-¡Aaaahhh!!!! ¡Cuidado!!!!
-¡Lo siento mucho! ¡Discúlpame! ¡Fue un accidente!- Comencé a pedir disculpas mientras experimentaba un choque de temperaturas, por un lado sentía el brazo helado y por otro la cara caliente de la pena que comenzaba a embargarme, el vaso había caído al piso y me incline por inercia a recogerlo, aunque ya estuviera vacío, al hacerlo sin darme cuenta toque accidentalmente la mano de mi pobre víctima a la que hasta el momento no había prestado atención, también se había inclinado junto a mí, nos miramos sin querer a los ojos y sentí como si el tiempo se hubiera detenido en ese preciso instante, una extraña sensación me invadió por completo mientras observaba esos bellos ojos color café que también se habían detenido a mirarme, guarde silencio y lo único que hice fue sonreírle al mismo tiempo que él reaccionaba de la misma forma. Nos levantamos al unísono y él ya había agarrado el vaso.
-Disculpa, fue un accidente, no fue intencional – le decía una vez mas mientras me sacudía torpemente los restos de agua del brazo.
-Está bien, lo sé, no te preocupes. A pesar de todo, tengo suerte, doy gracias a Dios de no haber comprado un café caliente, jajajaja- comenzó a reír mientras yo no sabía ni donde meterme.
-Jajaja… no te burles, de verdad estoy muy apenada, déjame comprarte otra bebida por favor, claro si estás de acuerdo.- decía mientras avergonzada miraba la playera blanca que él traía puesta totalmente dañada con agua de Jamaica, jamás quitaría esa horrible mancha.
-En serio, tranquila, todo está bien, nada que no se pueda arreglar.
-Muchas gracias, es que la verdad no me di cuenta de que estabas caminando junto a mí y yo solo quería hacerle una seña a mi amiga Claire que quedó de verme aquí- estaba tan apenada que había olvidado a Claire, de pronto la vi venir caminando tranquilamente sin percatarse del embrollo en el que me había metido.
-¡Hola Juliett! ¿Qué pasa?- se acercó a mi Claire preocupada al ver el desastre del piso.
-Claire, que bueno que llegaste, es que acabo de derramarle la bebida a este muchacho- le explicaba todo a ella mientras el muchacho nos observaba e intentaba no reírse, se le notaba que fingía seriedad, pero yo me preguntaba porque no estaba molesto.
-Pues cómprale otra bebida, es lo menos que puedes hacer- me recomendaba mi amiga mientras yo evitaba verlo.
-No de verdad, todo está bien chicas, solo es agua, además ya casi terminaba de beberla, no se preocupen, además creo que debó irme…o las moscas me usarán como su nuevo hogar, jajajaja.
-No espera- le interrumpí de pronto mientras evitaba reírme, lo cual era casi imposible – por lo menos déjame presentarme, mi nombre es Juliett y ella es mi amiga Claire, y tú ¿cómo te llamas?
-Mucho gusto, mi nombre es Amadeo, el chico jamaica- una vez más no pudo contener la risa y extendió su mano para hacer la presentación más formal.
-Mucho gusto –le extendió la mano Claire.
-Mucho gusto – le salude también – pero hubiera deseado no haberte causado este incidente, lo siento mucho de verdad Amadeo- extendí la mano para tocarlo mientras hablaba, deseaba que tocará mi mano una vez más, quería saber si lo que había sentido unos momentos antes había sido real, o solo mi imaginación por lo ocurrido.
Amadeo tomó mi mano y al tocarla, esa extraña sensación se apoderó de mí una vez más, mientras nuestros ojos se entrelazaban en una mirada deseada sin saberlo por mucho tiempo, sin darnos cuenta nos quedamos con las manos unidas y nos perdimos por un momento hasta que Claire nos interrumpió.
-Juliette, vámonos… hey Juliette – me decía mientras me codeaba el brazo.
-Ah sí, perdón, Claire- comencé a tartamudear y él sonreía nervioso – bueno Amadeo, te dejamos marchar, nosotras vamos a desayunar apenas y no queremos quitarte más el tiempo.
-No hay problema muchachas, yo ya me iba, tal vez las vea luego. Adiós.
-Ah sí, adiós Amadeo y una vez más mil disculpas- le decía mientras él se giraba lentamente como en cámara lenta, media como un metro ochenta, moreno claro, de cabello oscuro, pero lo que más me había impresionado eran sus cálidos ojos, lo observé hasta que se desapareció entre los locales y Claire me miraba algo maliciosa.
-¿Te gustó Amadeo, verdad pícara? – me preguntaba mientras me hacía cosquillas en el estómago.
-No, como crees, es solo que me pasó algo raro con él, pero mejor olvídalo, que todo este embrollo pasó por tu culpa, jejejeje…
-Jajajaja… si tú lo dices… a mí me pareció un chico agradable y chistoso, le hubieras pedido su número de teléfono como toda una chica moderna, jajajaja, ,
-Jajajaja, tienes razón, es muy agradable, pero mejor cállate y deja de decir esas tonterías.
-Está bien, ya no hablaré de Amadeo, pero cambiando de tema, dime ¿qué vamos a desayunar?
Mientras decidíamos no podía realmente concentrarme, algo dentro de mí había cambiado, como si algo dormido hubiese despertado de la nada y de pronto mi vida tuviera otro sentido, quizás jamás lo sabría, algo a mi alrededor estaba pasando, primero la experiencia extraña de ayer y ahora este muchacho, todo era muy extraño.
-Vamos Juliette, compremos unas ensaladitas para guardar la línea. ¿qué te parece?
-Muy bien, vamos… se ven deliciosas.

Nos dirigimos hacia el local mientras una persona de limpieza nos miraba algo molesta mientras aseaba el piso mojado, hicimos como que no la mirábamos y entramos a pedir nuestras ensaladas, Claire estaba ordenando su ensalada cuando de pronto alguien tocó mi hombro y me dijo… (continuará)

lunes, 14 de febrero de 2011

"Mi destino..." Parte 2

 ...en un rápido movimiento me empuja hacia el interior de lo que parece un pequeño túnel oculto en la pared, al principio tengo que inclinarme para poder entrar, pero la visibilidad es totalmente nula, vuelvo la mirada hacia la puertecita y solo puedo verlo a él cerrándola, es entonces cuando me doy cuenta que no entrará conmigo, solo puedo escuchar como arrastra de nuevo el mueble hacia la pared para ocultar de nuevo el pasadizo, trato de escuchar que sucede pero solo escucho murmullos de diferentes voces, tengo miedo de hacer ruido y me tranquilizo para no seguir llorando, así que respiro profundamente e intento arrastrarme de rodillas por el piso, sintiendo con mis manos las paredes de roca que me rodean, siento una leve corriente de viento que proviene del interior, así que decido seguir hacia adelante en esa dirección, poco a poco una titilante luz proveniente de una especie de grieta ilumina el camino y me dirijo hacia ella, el vestido es bastante incómodo pero evita que me lastime, la luz es muy tenue pero me lleva hacia una salida, me asomo cuidadosamente por la abertura de la grieta para ver si no hay nadie y puedo ver que la luz es producida por una pequeña vela sobre una mesa de madera redonda, claramente se trata de la habitación de alguien, puedo ver parte del antiguo mobiliario, me asalta nuevamente el temor de que ese alguien se encuentre en el lugar y me haga daño, pero al parecer se ha retirado momentáneamente y es seguro salir, busco en la pared alguna salida hasta toparme con una puertecita de madera, la empujo suavemente esperando que no se encuentre atrancada con algún objeto, pero logro hacer que se deslice suavemente hacia fuera permitiéndome salir, me incorporo rápidamente y sigilosamente porque aun se escuchan las voces provenientes de la otra habitación, observo a mi alrededor buscando como salir del lugar, hay dos puertas y no se cual deberé abrir, la de la derecha o la izquierda, pero no hay tiempo para dudas, así que abro la de la derecha y es la salida hacia un corredor, puedo ver las escaleras al final, pero no puedo ir hacia esa dirección porque hay personas allí, cierro la puerta despacio y me dirijo a la otra puerta, abro lentamente pero no puedo ver nada en el interior, escucho unos pasos que se acercan hacia la habitación y me introduzco rápidamente y cierro la puerta, no puedo ver absolutamente nada, la oscuridad que ahora me rodea no es realmente lo que me atemoriza, escucho como se introducen y comienzan a tirar cosas por todo el lugar, suplico por ayuda muy dentro de mí para que esto se termine pronto, no entiendo que sucede y porque me buscan, por inercia vuelvo a tomar el collar con la mano derecha desesperadamente y lo aprieto con mucha fuerza y escucho que desean abrir la puerta con mucha violencia, mi corazón late a mil por hora que casi siento desfallecer, cuando logran  empujarla, caigo irremediablemente al suelo.

-¡Por favor no me lastimen!- gritó al instante y abro los ojos pero lo que veo me deja perpleja, solo es la luz del patio de mi casa que acaba de encenderse automáticamente, el gato esta junto a mi observándome y estoy tirada en el jardín cubierta con un poco de tierra.

Me siento totalmente confundida, no entiendo que ha pasado, observo mis ropas y ya no traigo aquel pesado atuendo, me levanto rápidamente y todo luce actual, sigo en casa, busco en mi cuello el collar, pero me doy cuenta de que no estoy usando ninguno, mi pequeño gatito Dobey se acerca y comienza a caminar cerca de mis piernas, me inclino para levantarlo y lo abrazó contra mi pecho, siento como si estuviera perdiendo la razón o algo así, abro la puerta de la casa y entro por la cocina, dejo al gato en el piso y me dirijo directamente al fregadero, abro la llave para que corra el agua, mientras me lavo las manos y la cara, necesito saber que estoy despierta y que estoy de nuevo en la realidad, cierro la llave y me quedo parada tratando de entender que ha sucedido y estoy convencida que quizá me quede dormida e imagine todo, mi corazón ha comenzado a tranquilizarse y a latir mas pasivamente sin sonar como un tambor de banda de guerra, siento como la respiración se vuelve más pausada, tomo una servilleta de papel de uno de los estantes de la cocina para secarme las manos, pero siento una ligera molestia en la mano derecha, la ansiedad y el temor me invaden nuevamente mientras dejo caer la servilleta al piso.
-¿Pero qué es esto? - me preguntó atemorizada mientras me observó la palma de la mano derecha en la cual aun se pueden apreciar las marcas de las piedras del collar.   
-¿Qué está pasándome? ¿Fue o no un sueño? ¡Tranquila, tranquila! es mi imaginación, nada está sucediendo, veo demasiada televisión, de seguro fue cuando me caí en el patio, he de haber caído sobre algunas piedras, eso es todo. – me decía a mí misma mientras levantaba la servilleta del suelo y la depositaba en el cesto de basura.
Respire profundamente una vez más hasta recuperar el aliento, hace unos instantes parecía que me encontraba en otro lugar y ahora de nuevo estoy en lo que creo es la realidad, aunque lo anterior realmente parecía también muy real, quizás el estrés causado por exceso de trabajo me había hecho alucinar algo así de loco, lo importante ahora es que había terminado y probablemente no encontrará nunca la explicación a lo sucedido, pero solo había un par de cosas que me hubiera gustado saber... (continuara)

lunes, 31 de enero de 2011

"Mi destino..." Parte 1

Mientras corro detrás del gato por el gran patio de mi casa, me encuentro frente a unas raras ruinas, todo luce lóbrego y frío, de pronto observo a mi alrededor y me doy cuenta de que ya no es el patio de mi casa, estoy en medio de un bosque oscuro y algo tenebroso, veo a mis pies una senda que al parecer ha sido hecha por las ruedas de madera de alguna especie de carruaje antiguo, comienza a intrigarme hacia donde lleva este camino mientras lentamente avanzo, cuando de pronto unas voces susurrantes provenientes de las ruinas llaman mi atención, me detengo y me doy cuenta que algo me estorba en las piernas, bajo la mirada al instante y no puedo evitar darme cuenta de que estoy vistiendo un largo vestido negro muy amplio, con un pronunciado escote al pecho, también llevo encima una especie de capa negra con capucha que se abrocha al cuello, se siente algo pesado, es obvio que no es un vestido ordinario, parece como de la época de 1700 ó 1800, también traigo un collar como de plata con piedras color rosado muy claras, aunque por la oscuridad no puedo precisarlo bien, de pronto detrás de un pilar de piedras derrumbadas veo a unas personas vestidas con ropas muy similares a las mías alrededor de una pequeña fogata hablando totalmente en otro idioma que no puedo entender y comienzo a sentir algo de temor de estar allí parada escondida detrás de ellos, aprieto fuertemente con las manos el collar que pende alrededor de mi cuello como por instinto, como si de eso dependiera mi seguridad, pero de pronto y sin ningún aviso voltean y me descubren, la primer reacción es tratar de huir, pero el vestido hace que mi intento se haga difícil, entonces huyo torpemente fuera de la senda hacia el bosque y me escondo entre los árboles, busco rápidamente a mi alrededor alguna luz o algo que me ayude, pero todo sigue oscuro, nadie me sigue ahora, una vez más me encuentro sola, decido retomar la senda para llegar al fondo de esto, es entonces que un hombre se acerca por el camino, parece ser amigable, a primera vista parece ser alguien mayor, camina parsimoniosamente hacia mí y estira su mano hacia la mía, no deseo soltar el collar, pero su gesto me obliga a acceder a la petición, entonces todo el temor desaparece, es imposible, pero yo lo conozco, su rostro no me es familiar, trato de recordar y sé que nos hemos visto antes, conozco su tacto cálido y mirada, muestra leves arrugas en su rostro de piel blanca, su cabello es algo canoso, pero no es tan mayor como pensaba, estoy a punto de descubrir su identidad, cuando un carruaje a toda velocidad se acerca hacia nosotros, el hombre me susurra al oído que caminemos de prisa que hay algo que desea mostrarme.
-Espera, yo te conozco, ¿dónde nos hemos visto antes?-le pregunto sin ningún resultado mientras él sigue jalándome para caminar más rápido.
Caigo al piso y me doy cuenta de que esta húmedo, hay mucho lodo y esta frío, el hombre abre un gran portón de madera bastante rústica y puedo ver hacia el interior, es una especie de hacienda, me pongo en pie rápidamente y ambos corremos hacia la entrada y subimos por una gran escalera hacia una enorme habitación que parece ser una especie de biblioteca, un gran ventanal que esta frente a un gran escritorio filtra la tenue luz de la luna que ahora se ha convertido en nuestra única lámpara, no puedo evitar asomarme para ver si aun nos siguen mientras mi extraño acompañante me observa y me pide me acerque al escritorio, sobre este se encuentra una cajita de madera tallada con una curiosa figura a la que no presto mucha atención por la prisa, el hombre me pide que tome la cajita y que la abra, tengo miedo de hacerlo porque no es mía, pero él insiste, la abro suavemente y dentro hay un papel con un tipo de escritura que no logro descifrar, mientras lo intento un gran ruido en el portón se escucha de pronto y la cajita se me cae de las manos, me inclino rápidamente y levantó la nota de escritura bizarra, pero escucho pisadas fuertes de varias personas que se acercan a gran velocidad, me asomo una vez más por el ventanal y logro ver a la muchedumbre  con antorchas entrando ya a la casa.
-Ya vienen por nosotros-dice el hombre asustado mientras busca donde esconderme.
-¿Porqué vienen por nosotros? Yo no hice nada malo, ¿qué está pasando?-pregunto desesperadamente pero no obtengo respuestas, de pronto el hombre abre una puertecita de madera oculta detrás de un viejo mueble y me toma de los hombros y me mira fijamente, una vez más esa cálida mirada que no logro ubicar.
-Huye, no te preocupes por mí, te veré pronto, yo te encontraré -me decía mientras yo no lo lograba entender porque estaba sucediendo todo eso y las lágrimas comenzaron a enjugarme el rostro, ¿porqué era tan bueno conmigo y porqué sus palabras me lastimaban tanto si ni siquiera lo conocía?


Entonces... (continuará)...